Creo que todo el mundo ha tenido contacto alguna vez con intensos, o por lo menos conocemos a alguien con esa característica o quizás somos ese alguien. El significado real del término no tiene mucho que ver con la connotación que le hemos dado en la actualidad, ya que solemos tildar de intenso (a) a toda persona que:
- No importa si lo dejaste en visto en el 2014, siempre te saluda y te dice “ola prinsesa”
- Nunca le respondes, pero puedes esperar un “buenos días”, “buen provecho”, “estas perdida”, “ya tu no le habla a uno”, “tan linda y sin novio”, “cuando e´ que tu me va a dar la oportunidad de…”
- Estas muy tranquila revisando tus redes y de repente te salen 30 notificaciones suyas dándole Me Gusta a tus fotos.
Podría continuar relatando lo que muchas víctimas vivimos y cómo, a pesar de ser ignorados (as), estos individuos continúan en su labor sin tomar feriados. Estoy segura que lees esto y ya tienes unos (as) cuantos (as) en mente.
¿Quién en su sano juicio ama tener intensos alrededor insistiendo constantemente sin dejarte dar un respiro y obviando el hecho de que los estas ignorando para permanecer tratando de encontrar el tema de conversación perfecto, y que, sin que les importe el tiempo que ha pasado, parece que nunca han notado tu desinterés y se mantienen intentando lograr su objetivo? Pues creo que ese alguien es Dios.
No me refiero únicamente al hecho de que Él también ama a los intensos, sino al hecho de que Él quiere que Sus hijos seamos intensos. De manera resumida y específica Jesús nos dice en Mateo 22:37-39 que debemos ser intensos en amar a Dios, pues debemos hacerlo con todo nuestro corazón, nuestra alma y nuestra mente y del mismo modo amar a nuestro prójimo como a nosotros mismo .
«A veces no estamos conscientes del nivel de intensidad que Dios quiere de nosotros.»
Loammy De La Rosa
Está muy claro que TODO es TODO, y que no hay manera de encontrar un término medio en cómo quiere Dios que vivan Sus hijos. Es un requisito ser intensos, no hay otra manera de seguir a Cristo, que no sea manteniéndonos detrás de sus pasos, buscando Su voluntad. A veces no estamos conscientes del nivel de intensidad que Dios quiere de nosotros.
¿Qué es lo que debo hacer para ser el intenso que Dios quiere que sea? Si conoces a un intenso, sabes que a ellos se les atribuye este nombre porque son constantes, perseveran en su tarea de saludar, hablar o invitarte a salir, parece que no tienen vergüenza de ser ignorados, rechazados o hasta bloqueados, y no importan cuantas veces los ignores siempre tienen una expresión “dulce” (un piropo o una cotorra) para dar, contra todo pronóstico el intenso persevera.
1 de Timoteo 4: 12, 15, Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.
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